Con calacas ella llega
y con calacas ella se va.
Ahí va la dama de bello sombrero florido
haciendo por las calles todo un recorrido
ese distinguido vestido
baila con un gran coqueteo.
Esos huesitos que van girando
de lado a lado
van matando
a todos a su costado
con gran movimiento rozando
todos esos cuerpos encerrados.
Se recarga con gran sutileza
sobre su acompañante de gran cabeza
y le prende un cigarrillo con firmesa
y a bailar comienzan.
Con su gran elegancia
hipnotiza a toda su audiencia
con sus plumajes la nostalgia sacia
y a sus aliados llama con ansia.
A su alrededor veladoras hay
jamas para ella pero hay.
Flores ella tiene por monton
ninguna para ella pero hay un monton.
Esa silueta de flor
los mantiene con rubor
y con gran rigor
se siente su temor.
¿Es su bello sombrero
el causante de este enredadero?
O esa serpiente que colgando trae?
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